Mario Draghi comenzó su mandato con una gran crisis del euro. Su mandato desde un principio dio señales de ser distinto al anterior, lejos de la mentalidad alemana de preocupación por la inflación, su preocupación principal fue la de la supervivencia del euro.
"El Banco Central Europeo hará todo lo necesario para sostener el euro. Y, creánme, eso será suficiente"
Mario Draghi, ha contado con dos armas, por un lado la facultad de tener detrás al Banco Central Europeo a sus ordenes lo que le da el poder de tomar las decisiones que crea conveniente y por otro lado la credibilidad, ya que gracias a la credibilidad de su persona no le ha hecho falta tomar ninguna otra acción.
Ahora Mario o Super Mario se encuentra con otro posible problema, la deflación, los países del sur del euro: Grecia, Chipre, España, Italia se encuentran con el peligro de la deflación, esa disminución de precios que a largo plazo lleva a una grave recesión que hoy por hoy los economistas no saben como solucionarla, caso de Japón que lleva más de 20 años con deflación y no ha conseguido todavía salir de ella.
Alemania que le van bien las cosas no teme a la deflación sino a la inflación (recuerdos de la época de entreguerras) pero los índices negativos de los países del sur y que la inflación del euro se encuentra en un 0,7% hace que Mario Draghi tenga que comenzar a plantearse en un futuro próximo la inyección de dinero a través del Banco Central Europeo (al igual que Estados Unidos, aunque no en tan grandes cantidades) para conseguir evitar la temida deflación.
Si se inyecta dinero, llevará consigo una subida de las bolsas europeas tal y como está ocurriendo en Estados Unidos.
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